Un guerrero lo que los fines no justifican
los medios.
Porque no existen fines: existen solamente me-
dios. La vida lo lleva desde lo desconocido hacia
lo desconocido. Cada minuto está revestido de
apasionante misterio: el guerrero no sabe de
Pero no está aqui por casualidad. Y se alegra con
sorpresa, se encanta con los paisajes nuevos. Mu-
chas veces siente miedo, pero esto es normal en
un guerrero.
Si sólo piensa en la meta, no conseguirá prestar
atención a las señales del camino; si se concentra
solamente en una pregunta, perderá varias res-
puestas que están a su lado.
Por eso el guerrero se entrega.