El guerrero de la luz siempre tiene una segunda
oportunidad en la vida.
Como todos los demás hombres y mujeres, él
no nació sabiendo manejar su espada, y cometió
muchas equivocaciones antes de descubrir su
Leyenda Corporal.
Ningún guerrero puede sentarse en torno a la
hoguera y decir a los otros: << Siempre actué
correctamente. >>. Quién afirma esto está
mintiendo, y aún no aprendió a conocerse a si
mismo. El verdadero guerrero de la luz ya cometió
injusticias en el pasado.
Pero en el transcurso de la jornada, percibe que
las personas con quienes actuó injustamente
siempre se vuelven a cruzar en su camino.
Es su oportunidad de corregir el mal que les
causó. Y él siempre la utiliza, sin vacilar.