Un cuento Sufi:
Un hombre al que se le consideraba muerto
fue llevado por sus amigos para ser enterra-
do. Cuando el féretro estaba a punto de ser
introducido a una tumba, el hombre revivió
inopinadamente y comenzó a golpear la ta-
pa del féretro.
Abrieron el féretro y el hombre se incorporó.
<< ¿ Qué estáis haciendo>>?, dijo a los sor–
prendidos asistentes. <<Estoy vivo. No he
muerto>>.
Sus palabras fueron acogidas con asombrado
silencio. Al fin, un de los deudos acert-o a ha-
blar: <<Amigo, tanto los m’edicos como los
sacerdotes han certificado que hab’ias muer/
to. Y como van haberse equivocarse los expertos.
Asi pues, volvieron a atornillar la tapa del feretro
y lo enterraron debidamente.
&&& Llevo muchos dias callado pero no muerto.