Ocuparse del medio ambiente exige una
visión amplia y global del mundo; un es-
fuerzo común y responsable para pasar
de una lógica centrada en el interés na-
cionalista egoísta a una perpectiva que a-
barque siempre las necesidades de todos
los pueblos. No se puede permanecer in-
diferente ante lo que ocurre un nuestro
entorno, porque la degradación de cual-
quier parte del planeta afectaría a todos.
Las relaciones entre las personas, los
grupos sociales y los Estados, al igual que
los lazos entre el hombre y el medio am–
biente están llamadas a asumir el estilo
y de la ” caridad en la verdad ” . En este
contexto amplio, es deseable más que
nunca que los esfuerzos de la comunidad
internacional por lograr un desarme pro-
gresivo y un mundo sin armas nucleares,
que solo con su mera exisitencias amena-
zan la vida del planeta, así como por un
proceso del desarrollo integral de la hu–
manidad de hoy y del mañana, sean de
verdad eficaces y correspondidos ade–
cuadamente.