Un hombre que paseaba por el bosque vió un
zorro que había perdido sus patas, por
lo que el hombre se preguntaba cómo podría
sobrevivir. Entonces vió llegar a un tigre
que llevaba una presa en su boca. El tigre
ya se había hartado y dejó el resto
de la carne para el zorro.
Al día siguiente Dios volvió a alimentar
al zorro por medio del mismo tigre. Él
comenzó a maravillarse de la inmensa
bondad de Dios se y se dijo a sí mismo,
“ Voy también yo a quedarme en un rincón,
confiando plenamente en el Señor, y éste
me dará cuanto necesito”
Así lo hizo durante muchos días; pero no
sucedía nada y el pobre hombre estaba casi
a las puertas de la muerte cuando oyó una
Voz que le decía: “O tú, que te hallas
en la senda del error, abre tus ojos a la
Verdad! Sigue el ejemplo del tigre y deja
ya de imitar al pobre zorro mutilado”.
Por la calle vi a una niña aterida y tiritando de frío dentro
de su ligero vestidito y con pocas perspectivas de conseguir una
comida decente. Me encolericé y le dije a Dios: “¿ Por qué
permites esas cosas?¿ <Por qué no haces nada para
solucionarlo?”.
Durante un rato, Dios guardo silencio. Pero aquella noche, de
improviso, me respondió : “ Ciertamente que he hecho algo.
Te he hecho a tí”.
🙂
Telo agradezco Coca G. Saludos