Existe una fuerza emocional: es producida por usinas
del pensamiento. Son dolores que ya pasaron y ahora
no tienen ninguna utilidad. Son precauciones que
fueron importantes en el pasado, pero de nada
sirven para el presente.
El guerrero también posee sus recuerdos, pero consigue
separar lo que es útil de lo innecesario; el se desprende
de su basura emocional.
Dice un compañero:” Pero esto forma parte de mi
historia. ¿ Por qué debo abandonar sentimientos
que han marcado mi existencia ?”.
El guerrero sonrie, pero no intente sentir cosas que
ya no siente ahora. Ël está cambiando, y quiere
que sus sentimientos lo acompañen.